• Alta viscosidad y excelente adherencia, lo que proporciona una lubricación de larga duración en componentes sometidos a fricción constante.
• Elevada resistencia al agua y limpiadores, permitiendo su uso en entornos de lavado frecuente sin comprometer su efectividad.
• Mayor protección de los equipos, reduciendo la necesidad de mantenimiento frecuente y prolongando la vida útil de la maquinaria.
• Cumplimiento de normativas alimentarias, ya que cuenta con certificación InS H1, garantizando la seguridad en su uso dentro del sector alimentario.

La Grasa Blanca Grado Alimentario es un lubricante de alto rendimiento especialmente diseñado para la industria alimentaria.
Su formulación permite el contacto accidental con los alimentos, garantizando la seguridad y el cumplimiento de normativas internacionales.
Ideal para el mantenimiento ordinario y extraordinario de maquinaria utilizada en la producción y envasado de alimentos, este producto se adhiere perfectamente a las superficies, proporcionando una lubricación duradera y eficaz.
Gracias a su resistencia a temperaturas de hasta 230°C y su excelente capacidad antioxidante y anticorrosiva, protege los equipos contra el desgaste y los agentes de limpieza agresivos.
Su presentación en aerosol de 400 ml permite una aplicación precisa y fácil, asegurando una cobertura uniforme en toboganes, redes de transporte, máquinas de cortar, cuchillos, sierras, estufas y refrigeradores.

Recomendaciones de uso:
Agitar bien el envase antes de su aplicación para asegurar una distribución homogénea del lubricante.
Aplicar directamente sobre la superficie limpia y seca, manteniendo una distancia de 15-20 cm.
Dejar secar unos minutos para garantizar una adherencia óptima antes de reanudar el uso del equipo.
Utilizar en todas las piezas móviles de las máquinas para evitar fricción y desgaste prematuro.
Reaplicar periódicamente en zonas de alto contacto con agua o limpiadores industriales para mantener la protección.

Recomendaciones de mantenimiento:
Almacenar en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor o llamas abiertas, debido a su inflamabilidad.
No perforar ni incinerar el envase, incluso después de su uso, para evitar riesgos de explosión.
Revisar periódicamente los niveles de lubricación en los equipos y aplicar nuevamente cuando sea necesario para mantener un rendimiento óptimo.