• Resistencia: Gracias a su construcción en tecnopolímero, el regulador es resistente a la corrosión y a ambientes agresivos, lo que prolonga su vida útil y reduce los costos de reemplazo.
• Facilidad de ajuste: Ofrece una configuración sencilla y precisa del caudal de aire, lo que permite adaptar el sistema a diferentes necesidades y mejorar la eficiencia energética.
• Optimización del rendimiento: Al regular el caudal de aire, se evitan pérdidas innecesarias y se optimiza el consumo energético, lo que resulta en un funcionamiento más eficiente de los equipos neumáticos.
• Mayor durabilidad del sistema: Al mantener el flujo de aire en niveles óptimos, se reduce el desgaste de los componentes, prolongando la vida útil del sistema y disminuyendo los costos de mantenimiento y reparación.

El regulador de caudal en tecnopolímero para aire comprimido es un dispositivo diseñado para controlar la velocidad del flujo de aire en sistemas de aire comprimido.
Está fabricado con tecnopolímero, un material resistente y duradero, lo que lo convierte en una opción ideal para diversas aplicaciones industriales.

Material: Cuerpo ligero y de alta resistencia compuesto de tecnopolímero con fibra de vidrio. Rosca en latón niquelado.
Aplicaciones: Neumática y vacío.
Tipos de roscas:
Gas cónica BSPT desde R1/8” hasta R1/2” teflonada en rosca macho.
Gas cilíndrica BSPP con junta OR desde G1/8” hasta G1/2”.
Presión de trabajo: De 0 a 10 Bar/ De 0 a 150 PSI.
Presión de vacío: -750 mm HG (-750Torr).
Temperatura de trabajo: De 0º a 60 ºC.

ADVERTENCIAS PARA UN USO CORRECTO
Utilizar siempre el racor con aire comprimido evitando otra serie de fluidos diferentes.
Prevenir en su utilización eventuales aumentos de presión, vibraciones, rotaciones y estrangulamientos de la tubería, con el fin de evitar posibles fugas comprometiendo la funcionalidad del mismo.
-Evitar utilizar el racor en ambientes donde estén presentes chispas de soldadura.
-Introducir la tubería limpia de impurezas y suciedades.
-No utilizar el racor expuesto directamente a fluidos como taladrina, lubricantes o aceites refrigerantes.

INSTRUCCIONES DE USO PARA LA CONEXIÓN DEL TUBO AL RACOR
Asegurarse de que la presión de trabajo es cero antes de hacer la conexión del tubo al racor.
Evitar en su utilización imperfecciones o deformaciones en la superficie del tubo ya que se pueden producir fugas o desconexiones imprevistas.
Utilizar un cortatubos para cortar el tubo a 90º.
Introducir el tubo hasta el tope del racor y tirar de la tubería hacia atrás con un golpe seco, y así asegurar una óptima sujeción al racor.
Para desconectar el tubo hay que presionar con una mano el anillo pulsador hasta el final, y con la otra mano tirar del tubo hacia atrás.
Para posteriores reutilizaciones, cortar siempre la parte utilizada del tubo que sujetaba el racor, evitando imperfecciones o deformaciones
en su superficie.

Recomendaciones de uso:
Compatibilidad: Verificar que el regulador sea compatible con el sistema y el caudal de aire requerido antes de su instalación.
Posicionamiento adecuado: Instalar el regulador en una posición accesible y protegida, evitando posibles daños por golpes o choques.
Revisión periódica: Realizar inspecciones regulares para asegurar el correcto funcionamiento del regulador y detectar posibles fugas o desgaste.
Capacidad de caudal: No exceder la capacidad máxima de caudal del regulador, ya que esto podría afectar su rendimiento y durabilidad.
Entrenamiento del personal: Capacitar al personal encargado sobre el uso adecuado del regulador y su importancia en el sistema de aire comprimido.

Recomendaciones de mantenimiento:
Limpieza: Realizar limpiezas periódicas para evitar la acumulación de suciedad y partículas que puedan obstruir el regulador.
Sustitución de piezas desgastadas: Reemplazar las piezas desgastadas o dañadas según las indicaciones del fabricante para garantizar un rendimiento óptimo.
Calibración: Calibrar el regulador de caudal de forma regular para asegurar su precisión en el control del flujo de aire.

Sectores industriales de aplicación:
Automoción.
Manufactura y producción.
Industria alimentaria.
Farmacéutica.
Química y petroquímica.
Electrónica.
Agricultura y riego.
Construcción y obras públicas.